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Crece tráfico transfronterizo de menores entre Haití y República Dominicana

Noticias recientes de los medios revelan la existencia de tráfico de menores en grandes números de Haití hacia República Dominicana; los jóvenes son usados para explotación sexual y para explotación laboral.

El 24 de marzo, en el popular destino turístico de Puerto Plata, en la costa de República Dominicana, fue detenido un haitiano acusado de tráfico y abuso sexual de menores de edad adolescentes, como informó El Nuevo Diario. El hombre de 40 años tenía una orden de captura en Haití por el reclutamiento de menores y la inducción forzada a la prostitución. Dos de las víctimas, de 13 y 16 años, dijeron que habían sido llevadas contra su voluntad y obligadas a tener sexo con extranjeros.

El periódico español El País detalló recientemente cómo se pasan menores de edad haitianos al otro lado de la frontera, donde son forzados a trabajar como lustrabotas, limpiadores de parabrisas o mendigando en las calles, solo para arrebatarles lo ganado. En redes de apuestas ilegales se enfrenta a chicos en peligrosas peleas callejeras, informó El País.

“No hay control migratorio ni posibilidad o intencion de combatir el tráfico infantil o cualquier forma de tráfico”, dijo Sylvestre Fils, director del Observatorio de Migración y Tráfico Transfronterizo, organización no gubernamental en la ciudad de Ouanaminthe, en la frontera haitiana.

Los soldados dominicanos en los pasos fronterizos aceptan sobornos de 500 a 2.000 pesos (unos US$9 a US$35) para mirar para otro lado ante el tráfico de mercancías y personas, según dijo al periódico.

En un intento por atacar frontalmente las actividades ilícitas en la frontera, incluido el tráfico de personas, el presidente de República Dominicana Luis Abinader, anunció que el país comenzará a construir un muro de 400 kilómetros a lo largo de toda la frontera que comparte con Haití a finales de este año. Este estará equipado con cámaras de reconocimiento facial y radares, afirmó.


Análisis de InSight Crime

Aunque el tráfico de menores de Haití a República Dominicana es un problema de larga data, las redes de tráfico parecen estar aprovechando la pandemia del coronavirus, que ha agudizado el hambre y la pobreza en Haití, para abducir más menores.

El activista dominicano de derechos humanos Jorge Galván afirmó recientemente a Listín Diario que se ha intensificado el tráfico de menores de edad entre ambos países, en especial en regiones limítrofes como Dajabón, en República Dominicana, y Belladére, en Haití.

Según la Institución de Investigación y Bienestar Social de Haití, más de 50.000 menores haitianos pasan anualmente a República Dominicana, muchas veces empujados por la pobreza extrema en Haití. El país es el más pobre del hemisferio occidental, donde más de 2,5 millones de habitantes ganan menos de US$1 diario.

Se ha conocido que familias en la miseria venden sus hijos a orfanatos sin licencia o a traficantes movidos por la idea de que tendrán una mejor vida, según El País.

Ni Haití ni República Dominicana han cumplido los estándares mínimos para eliminar el tráfico de personas, según el informe de 2020 sobre Trata de Personas producido por el Departamento de Estado estadounidense.

En el informe, República Dominicana bajó de “Nivel 2” a “Lista de Observación del Nivel 2”. Entre las razones de la menor calificación se citaron la disminución de número de condenas por trata, la aplicación de sentencias improcedentes y la menor protección a las víctimas en comparación con el año anterior. El informe afirma que los funcionarios de gobierno no supervisan a los migrantes haitianos en busca de indicadores de trata de personas, pese a la alta prevalencia del delito. La policía dominicana es cómplice de las mafias haitianas en la venta de menores a redes de explotación sexual, señala el documento.

Según el informe, Haití aumentó sus esfuerzos para contener la trata de personas, pero aún no alcanza los estándares mínimos.

La falta de recursos, la debilidad de los procesos judiciales y la porosidad de la frontera contribuyen al entorno de impunidad. La corrupción facilita el tráfico de menores, y en el país muchas veces se soborna a los jueces para que dejen en libertad a los traficantes.

El informe también menciona que se ha hecho poco para evitar la servidumbre infantil y recomienda que el gobierno haitiano destine fondos para desarrollar campañas educativas para la población sobre los derechos de los menores y que capacite a más inspectores para que estén atentos a indicadores de trata.

Este mes, expertos de países como República Dominicana, Colombia y México se reunieron en una conferencia organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo para discutir cómo los impactos económicos de la pandemia de COVID-19 han exacerbado la trata de personas en la región.

Los traficantes sacan ventaja de las “barreras idiomáticas, el estatus migratorio irregular y la ausencia de cuidadores", afirmó Jéssica Bedoya, jefe de gabinete y asesora ejecutiva del banco.

"Todo esto se ha agudizado en el contexto del COVID-19", puntualizó Bedoya.



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